¡POR FAVOR! ¡NO TE QUEDES CALLAD@!



¿Has visto sufrir a tu hijo alguna vez?, ¿has sentido como ese sufrimiento te paraliza?, ¿te has dado cuenta de que el sufrimiento viaja acompañado de la soledad? Hoy me gustaría escribir sobre un sufrimiento, una epidemia silenciosa, el “ebola de los colegios”, me gustaría hablar sobre los niños y niñas “apestados”.
Siéntate con tus hijos y hazles esta pregunta: ¿te imaginas? 
Hijo, te imaginas que mañana al llegar al colegio  tus compañeros te roben tu nombre y lo cambien por el de Apestado?
Te imaginas que cualquiera pudiera tirarte la mochila, el abrigo al suelo, o darte una colleja y que eso fuera divertido para los que lo ven.
Imagina que te dicen gordo o feo o cabezón o enano, friki, o lo que les dé la gana.
Imagina que nadie  ve tus lágrimas, que tus emociones son invisibles, que nadie siente ni pizca de compasión por ti.
Que nadie te mira, que nadie te habla que te tratan como si no fueras como ellos, que te tratan como si fueras un objeto sin valor.
Imagina que todo esto que te ocurre pase a convertirse  en “cosa de niños” sin importancia, que tu sufrimiento es poco importante.
¿Te imaginas abrir tu móvil y solo recibir mensajes ofensivos?
Imagina por un momento que eres tú. Si tú,. ¿Cómo te sentirías? Porque yo me sentiría fatal por no haberme dado cuenta.
Hijo, ¿ocurre esto en tu clase, en tu colegio, entre tus amigos? Pues no te calles, no cierres los ojos, no mires a otro lado.  Ponle voz al silencio, ponle nombre al que sufre, ponle sonido a sus lágrimas. Eso es lo que quiero que hagas, simplemente eso.
¿No lo sabías?, ¿no sabías que es muy fácil hacer sufrir? Pues sólo tienes que imaginar que tú eres el apestado. Y desde hoy quiero que te avergüences de tu silencio, quiero que te avergüences de tu risa o de tu complicidad cuando ocurra esto.
A veces para ser un héroe no hay que hacer grandes cosas, simplemente comienza protegiendo las vidas de los que te rodean.
No, el acoso no es algo que hacen  criaturas malvadas, aprendices de hijo de puta. El acoso está dentro de nosotros,  seres humanos acosadores de todo lo que es diferente, acosadores por envidia, acosadores por incompetencia, acosadores por miedo.
Insultar, despreciar, ridiculizar, difamar al que piensa diferente no es cosa de niños, lo veo en televisión, lo escucho a los tertulianos, lo leo en columnas de los periódicos, en las redes sociales, en nuestras conversaciones cotidianas.
No, no es cosa de niños que no saben lo que hacen,  no es cosa de unos niños descerebrados, están haciendo lo que han aprendido a hacer: lo que ven,  somos nosotros mismos quitándole importancia a nuestra incapacidad para respetar a los demás.
Yo me acuso de no ver lo que me molesta ver.  ¿Y TU?
Articulo extraído de : Hoy.es
 http://blogs.hoy.es/escuela-de-padres/2015/01/26/que-harias-tu-si-tu-hijo-fuera-un-apestado/

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